Casa San Miguel

Ubicada en Villas de la Candelaria, kilómetro 14 vía Las Palmas, esta residencia se despliega como un mirador privilegiado sobre Medellín. Desde cada uno de sus niveles, la ciudad aparece enmarcada por ventanales de piso a techo, convirtiéndose en un telón de fondo vivo que acompaña la vida cotidiana con amaneceres suaves y atardeceres dorados.

El nivel principal fue concebido bajo un concepto de planta abierta donde comedor, sala social y estudio conviven en perfecta armonía visual. Aquí, la arquitectura se diluye hacia el exterior para integrar dos terrazas que extienden la experiencia hacia el paisaje montañoso. El mobiliario —seleccionado en tonos cálidos, maderas naturales y texturas táctiles— aporta una sensación inmediata de serenidad y equilibrio. Un sofá de doble propósito cumple un rol protagónico: por un lado abraza la calidez de la chimenea, y por el otro se vincula de manera orgánica con el comedor principal, generando una continuidad espacial que enriquece las dinámicas sociales.

En la terraza principal, dos ambientes al aire libre se abren hacia la vista panorámica. Una sala exterior tejida en fibras suaves y un comedor al aire libre dialogan cromáticamente con la fachada, creando una composición sutil y equilibrada entre la arquitectura y la naturaleza. La elección de piezas en tonos neutros permite que la vegetación, las montañas y la ciudad se conviertan en los verdaderos protagonistas.

Las habitaciones, ubicadas en el nivel superior, fueron diseñadas para transmitir calma absoluta: paletas neutras, textiles ligeros y un claro énfasis en la orientación de cada cama hacia la vista principal. Aquí, la luz natural es el recurso decorativo más valioso; entra con delicadeza y transforma las atmósferas a lo largo del día.

Finalmente, en el subnivel, la intención fue crear el espacio más íntimo y acogedor de toda la casa. Rodeado de naturaleza y separado del resto de las áreas sociales, este ambiente adquiere un carácter contemplativo, perfecto para la desconexión, la lectura o los encuentros tranquilos.

El resultado es una residencia contemporánea, cálida y profundamente sensorial, donde cada pieza de mobiliario, cada textura y cada vista se integran para ofrecer una experiencia residencial armónica y atemporal, en permanente diálogo con el paisaje de Medellín.

⁠Diseño Arquitectónico, constructor y paisajismo: Arq. Jhon Pérez